En sólo 6 metros y empleando la técnica adecuada, es posible frenar una moto que circula a 60 km/h. Para llevar a cabo esta tarea sólo hace falta un poco de sangre fría y tranquilidad en la carretera.

Es fundamental saber que en una moto siempre se frena con la rueda delantera, el freno trasero solamente tiene un pequeño papel en la frenada. Una moto deportiva, de las que alcanzan más de 200 km/h, llevan en la parte delantera dos grandes discos de más de 300 mm de diámetro, con pinzas que incorporan entre cuatro a seis pistones, en cambio la misma moto lleva atrás un disco muy simple de poco más de 200 mm con un pinzas de un solo pistón.

La sangre fría de los conductores, la experiencia y la prudencia juegan un papel fundamental cuando se circula en moto por cualquier vía. Como decíamos anteriormente, el freno delantero es el que realiza la acción de detener la moto, por ello debemos facilitar la labor al vehículo e intentar cargar el mayor peso posible en la parte delantera de la moto, así la rueda se detendrá con más rapidez. Dicen los expertos que lo ideal es contar “un, dos, tres” antes de llegar a tocar fondo, así conseguirás que la moto se apoye en la rueda delantera antes de llegar a la presión máxima, y una vez ahí puedes aplicar tanta presión que podrás, incluso, levantar la rueda trasera (depende de la geometría y potencia de freno de tu moto) sin llegar a perder el control. La rueda de atrás apenas toca la calzada, en ocasiones hasta puede quedar ligeramente suspendida en el aire, por lo que ahora es lógico que el freno trasero no sirva para nada en estas condiciones, y pisarlo sólo puede producir descontrol, desestabilizar la moto e incluso hacerla tambalearse hacia un lado y otro.

Es aconsejable no apretar el freno bruscamente, ir poco a poco es lo óptimo, así irás aumentando la presión sobre el freno de la misma manera que el peso se va cargando hacia delante, y frenarás en distancias más cortas. Si presionas el freno fuertemente podrías bloquear la rueda delantera, lo que en un 99,9% de los casos conlleva una caída.

Otro aspecto importantísimo a tener en cuenta son las condiciones meteorológicas, que en unos casos juegan a favor del conductor pero en otros muchos, en contra. Es por ello que debes tenerlas siempre en cuenta cuando decidas circular.
El freno delantero siempre será el más importante, pero en estos casos no podremos usar toda su potencia, e incluso arriesgando bloquear la rueda trasera, deberemos apoyar un porcentaje de la fuerza sobre este freno. Cuando conducimos sobre tierra el freno funciona casi como en pavimento seco (como te explicamos unas líneas más arriba) a no ser que hagamos una conducción muy agresiva, en la que debemos desconectar el ABS y utilizar más el freno trasero para no peder el control en superficies como gravilla o tierra. En el caso de que vayamos por asfalto y la calzada esté mojada donde deberemos accionar también el freno trasero para que no patine la moto hacia ambos lados.

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Como todo, siempre hay excepciones. En cuanto a las motos de tipo chopper se frenan como un coche, con tanta fuerza atrás como en la parte delantera, esto se debe a la distribución de peso que tienen, que es totalmente atípica. Recuerda que son motos pensadas para dar paseos tranquilos, no para coger velocidad, este aspecto lo notarás en su geometría, equipamiento, etc.

Fuente: Guioteca